Del dolor al amor propio
Hoy me siento angustiado. Siento que el corazón se me destroza. Desde temprano, mi estómago se revolvía y mis angustias crecían. Aparecieron fantasmas atormentándome, llenándome de falsos temores. Querían hacerme sentir pequeño, inofensivo, débil, insignificante. Toda mi vida crecí creyendo que debía apoyar ciegamente a las personas que consideraba mi familia. Pero mi familia nunca me enseñó a apoyarme a mí mismo. Actualmente, estoy con alguien que me está ayudando a deconstruirme y volver a construirme. Ella me está ayudando a nacer de nuevo. A veces me siento mal porque me veo como un animal asustado que, por miedo a ser lastimado, se resiste y, sin querer, hiere a quien lo intenta ayudar. Ella es muy buena conmigo. La amo. Me hizo ver que aquellas personas que yo creía que debían cuidarme y apoyarme, en realidad, me han torturado, me han retrasado y no me han aportado nada positivo. Pero no es su culpa. Simplemente, nunca tuvieron un modelo a seguir. A lo largo de mi historia, ...