En reconstrucción: la obra de mi vida
Hace mucho tiempo que no escribo. A veces, ni siquiera encuentro el motivo. He dejado este blog en pausa, junto con mis pensamientos, sin plasmar nada en palabras. Pero hoy escribo para demostrarme a mí mismo que estoy bien. Desde la última vez que solté mis ideas sobre el papel, han pasado cosas buenas y malas. Sigo avanzando. Tengo un trabajo donde me perfecciono cada día. Tengo una familia que me quiere, una novia que me apoya y me ama, y una salud que intento mejorar constantemente. Es cierto que he descuidado mis entrenamientos y he dejado de lado los libros de educación financiera. Pero esa educación sigue siendo una fuente de inspiración, un faro que me recuerda mi meta: ser dueño de mi tiempo. No quiero depender de trabajos agotadores ni sacrificar momentos con mi familia, con mi novia, ni siquiera mis propios encuentros conmigo mismo. En el trabajo, mi patrón se enojó porque el panificado no salió como esperaba. Pero no me frustro. No retrocedo. Camino hacia adelante porque mi...